Salir a comer en familia puede convertirse en una experiencia agradable y tranquila sin depender de dispositivos electrónicos. En lugar de recurrir a teléfonos o consolas, existen divertidos juegos que estimulan la creatividad y promueven el autocontrol de los niños. Aquí te compartimos algunas ideas para que los más pequeños disfruten de su tiempo en el restaurante sin necesidad de pantallas.
1. Dale Espacio para Correr:
Si el restaurante cuenta con un jardín o parque cercano, permite que los niños jueguen y liberen energía antes de la comida. Esto no solo evita posibles alborotos en la mesa, sino que también les brinda la oportunidad de moverse y divertirse de manera activa.
2. Carreras de Monedas:
Utilizando un mantel de papel, crea un recorrido para carreras de monedas. Pueden participar de manera individual o en parejas, fomentando la concentración y la diversión mientras esperan la comida.
3. Otros Juegos de Mantel:
Lleva lápices de colores para pintar en los manteles o juega al clásico STOP, donde los niños deben decir palabras de distintas categorías en un tiempo determinado. Esto no solo entretiene, sino que también trabaja la memoria y la búsqueda de información.
4. El Juego de los Secretos:
Transmite una frase secreta a un niño, quien la compartirá con los demás en una cadena. Al final, la última persona debe decir lo que escuchó, generando risas y diversión. Este juego promueve el autocontrol y la conciencia de la distorsión de los mensajes.
5. Deletrear con Signos:
Enseña a los niños a construir palabras usando letras del alfabeto con signos. Iniciar con palabras sencillas ayuda a desarrollar praxias y memoria de trabajo de manera divertida y silenciosa.
6. Preguntas y Respuestas:
Realiza preguntas desafiantes, ajustadas a la edad de los niños, para estimular el aprendizaje, la memoria y el autocontrol. Ayuda a los hermanos que no responden a permanecer callados.
7. El Juego de las Pajitas:
Prepara pajitas de diferentes longitudes y, al elegir una, el participante con la pajita más corta pierde. Este juego enseña tolerancia a la frustración y toma de decisiones, siendo útil incluso para asignar tareas sencillas en la mesa.
Con estos juegos, los padres pueden convertir la experiencia de comer fuera de casa en un momento divertido y unificador para la familia, estimulando la mente de los niños y demostrando que la imaginación puede ser tan emocionante como correr al aire libre.